top of page
Foto del escritorCesar Pérez Guevara

Mientras sigamos inventando seguiremos errando

Actualizado: 29 sept

En Hispanoamérica usualmente se habla de Simón Rodríguez (Caracas, 1769-Amotape, 1854) como uno de los individuos más preclaros intelectualmente de cuantos han nacido en estas latitudes, siendo particularmente paradójico el hecho de que este tipo de afirmaciones y frases laudatorias sobre su figura se hagan prácticamente por mera antonomasia, dado el halo de fama que le ha otorgado la figura de su pupilo más conocido, es decir, Simón Bolívar. Ahora bien, la dimensión de la influencia de Rodríguez sobre Bolívar y la propia obscuridad en que existe su ser histórico son temas que claramente sobrepasan las breves líneas de este artículo, pero una de las frases que escribió en vida sobre su opinión acerca del modo de construir las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas, esta es: “Inventamos o erramos”, es aún hoy en día tan citada y traída al discurso político de un modo tan asiduo, independientemente de los varapalos que su influjo ha causado, que estimo es conveniente que en esta época por fin nos atrevamos a refutarla.


Esta perniciosa frase ha sido dentro del sustento demagógico del caudillismo hispanoamericano, una de sus principales excusas durante casi dos siglos, la cual inmersa en las tesis del buen salvaje y su envilecimiento por parte del malvado invasor peninsular hace quinientos años, ha servido de justificación para que demagogos de todos los orígenes y colores pretendan ensayar cualquier fábula política o idea social trasnochada, que viniera bien a sus intereses y ocasionara seguir hundiendo en el subdesarrollo a países que naturalmente debieran ser proclives a la prosperidad, ocasionando una constante migración de millones de personas anualmente a la “la vieja Europa”, llamada así por los cultores de la frasecilla, a fin de poder conseguir una mejor calidad de vida en países que con todos sus defectos (no hay países ni sociedades perfectas), se deje menos a la improvisación y en base a criterios generalmente objetivos se lleven los asuntos de la cosa pública con un poco más de seriedad.


En Hispanoamérica llevamos doscientos años inventando y errando, copiando modelos que nos son socialmente ajenos, realizando alianzas con pueblos que solo han visto en nuestras ricas materias primas la oportunidad de negocio y prosperidad de ellos por encima de la nuestra, y hoy en día a pesar de los funestos resultados conocidos, observamos como aún hay líderes políticos en cada rincón que siguen impúdicamente echando la culpa a viejos fantasmas que nunca existieron y justificando en la terrible frasecilla un nuevo invento más, un nuevo yerro que depaupere o destruya la base política y social de otro país hispanoamericano y solo traiga beneficio material al grupo que promueve el nuevo desastre en ciernes.


¡Ya basta de inventar y seguir errando! ¡Es hora de tomar los asuntos políticos con seriedad! De aprender de las erróneas experiencias pasadas, trabajar por un presente que haga que valga la pena vivir y producir en tan vastos territorios y que nos haga soñar con un futuro promisorio, en el cual parte del sueño personal de los habitantes no sea tener que migrar de su país de origen sino transformarlo hacia una sociedad armoniosa que legar a sus hijos.


¡Mientras sigamos inventando seguiremos errando!

En el Parlamento Global Hispano ¡no andamos con inventos!


116 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Commentaires


bottom of page